Métodos y Tiempos en la Gestión Empresarial Industrial

La gestión empresarial moderna requiere de procesos optimizados y eficientes para lograr el éxito. En este contexto, el estudio de métodos y tiempos resulta fundamental. Consiste en analizar y optimizar los procesos de producción y operación de una empresa. El objetivo es reducir el tiempo necesario para completar una tarea o proyecto sin comprometer la calidad. Esto se logra a través de la identificación y eliminación de actividades innecesarias, la simplificación de procesos y la implementación de mejores prácticas.

La administración y gestión empresarial debe incorporar estas herramientas para stay competitiva. El cronometraje industrial y el estudio de tiempos de operaciones specíficas brindan datos objetivos sobre la productividad. Así, es posible detectar cuellos de botella, balancear líneas de producción y enfocar los esfuerzos de mejora.

Del mismo modo, el estudio de métodos examina la secuencia de pasos en un proceso. El objetivo es simplificar tareas, combinar actividades y eliminar aquello que no agregue valor. La ingeniería de métodos genera procedimientos más efectivos, reduciendo costos operativos.

Juntos, estos conceptos conforman una poderosa estrategia de gestión empresarial. A continuación, profundizamos en sus fundamentos, implementación y beneficios:

Las empresas actuales enfrentan mercados altamente competitivos y dinámicos. Los clientes son cada vez más exigentes y buscan productos de alta calidad a bajo costo. Para satisfacer estas demandas, las organizaciones deben optimizar recursos y procesos.

Aquí es donde la gestión empresarial cobra protagonismo. Se trata del conjunto de prácticas para administrar y dirigir eficientemente una compañía. Entre sus áreas clave se encuentran:

• Planeación estratégica: Las empresas deben definir su misión, visión, objetivos y estrategias de largo plazo. Esto les permite anticipar cambios y aprovechar oportunidades.
• Organización de recursos: Se busca optimizar la organización de recursos humanos, financieros, tecnológicos y materiales. Una asignación eficiente de recursos es clave para maximizar productividad
• Liderazgo y motivación: Los líderes deben inspirar, empoderar y desarrollar a sus colaboradores. Esto incrementa su compromiso y desempeño.
• Control de operaciones: Es esencial controlar y mejorar continuamente los procesos operativos. Herramientas como Lean Manufacturing, Seis Sigma o Gestión de Calidad Total ayudan en esto. Además de esto, la tecnología como la app de cronometraje industrial CronometrasApp o como big data, IA y automatización se vuelven claves para agilizar procesos y obtener insights.
• Mejora continua: La innovación y la mejora continua son indispensables para mantener ventajas competitivas. Hay que revisar constantemente procesos, productos y modelos de negocio. Se busca una cultura colaborativa y ágil. Estructuras flexibles que fomenten la creatividad y la experimentación.

Una buena gestión empresarial coordinará estas actividades. Definirá objetivos, asignará recursos de manera óptima y supervisará el desempeño. Además, buscará constantemente soluciones para incrementar la productividad y satisfacción del cliente.

En la práctica, esto requiere de procesos ágiles y productivos. Los métodos modernos de gestión enfatizan la eliminación de desperdicios, la estandarización y la optimización. El estudio de métodos y tiempos encaja perfectamente en esta filosofía.

El estudio de métodos consiste en analizar de manera sistemática los procesos productivos. El objetivo es mejorar procedimientos y reducir costos innecesarios. Sus principales pasos son:

1. Seleccionar el proceso a examinar y registrar todos sus detalles.
2. Evaluar cada elemento del proceso en términos de utilidad.
3. Desarrollar un nuevo método, eliminando pasos improductivos.
4. Evaluar y definir el nuevo procedimiento estándar.
5. Implementar el método y verificar su efectividad.
6. Controlar su cumplimiento e identificar nuevas mejoras.

Al aplicar estos pasos, deben considerarse principios como:

• Eliminación de tareas que no agregan valor. Por ejemplo, transportes y esperas innecesarias.
• Combinar operaciones para reducir manipulaciones.
• Cambiar la secuencia para facilitar el flujo de trabajo.
• Simplificar inspecciones y métodos de control.
• Utilizar dispositivos que ahorren esfuerzos.
• Aprovechar máquinas y herramientas más eficientes.
• Diseñar el lugar de trabajo para minimizar movimientos.

Un estudio de métodos exhaustivo revela numerosas oportunidades de mejora. Incluso procedimientos establecidos durante años pueden optimizarse. Esto incrementa la productividad sin necesidad de invertir en tecnología.

Mientras que el estudio de métodos se enfoca en cómo se realizan las tareas, el de tiempos analiza cuánto tardan. Permite medir la duración de operaciones específicas bajo condiciones determinadas. Sus principales herramientas son:

• Cronometraje: registros con cronómetro o la app de CronometrasApp, del tiempo que toma desarrollar una actividad.
• Tiempos predeterminados: datos previamente tabulados sobre la duración de movimientos básicos.
• Muestreo del trabajo: observación aleatoria de cómo se ocupa el tiempo durante la jornada.
• Estándares de tiempo: duraciones establecidas para realizar una tarea según su ritmo normal.

Con estos datos, es posible identificar demoras y balancear líneas de producción. También sirve para estimar plazos de entrega, programar mantenimientos y calcular costos. Incluso se utiliza para diseñar sistemas de compensación e incentivos.

Al determinar tiempos estándar, debe definirse un «ritmo tipo» de trabajo. Este corresponde a la velocidad a la que una persona capacitada desarrolla una tarea sin sobresfuerzos. Puede expresarse como un porcentaje de la cadencia máxima posible.

Los estudios de tiempos bien realizados brindan información precisa sobre la duración de procesos. Combinados con los métodos, conforman una poderosa estrategia de gestión empresarial.

La implementación de estas técnicas requiere de una cuidadosa planificación y gestión del cambio. Idealmente debe crearse un comité con representantes de distintas áreas. Sus fases típicas son:

• Seleccionar los procesos a estudiar según su impacto potencial. Los estudios deben enfocarse primero en los cuellos de botella y procesos críticos. Esto genera resultados rápidos que construyen apoyo.
• Documentar el método y los tiempos actuales.
• Filmar las operaciones ayuda a visualizar mejoras.
• Generar un nuevo método optimizado. Es esencial involucrar a los trabajadores en el rediseño de métodos para aprovechar su experiencia. Esto mejora la adopción.
• Establecer tiempos estándar razonables. Los tiempos estándar deben determinarse con cuidado, considerando suplementos razonables por fatiga o contingencias, valorando la actividad del operario adecuadamente, valorando el suplementar los tiempos de espera por trabajo automático de máquina, cuando los tiempos de espera son cortos, ya que la máquina debe ser atendida por un trabajador…
• Probar el nuevo procedimiento y ajustarlo.
• Capacitar a los empleados en el cambio: La capacitación a los empleados es clave antes y durante la implementación. Se les debe explicar claramente los beneficios y recoger su feedback.
• Implementar en una línea piloto controlada. La implementación gradual por áreas permite realizar ajustes y corregir problemas antes de expandir a toda la empresa.
• Refinar la implementación y estandarizar.
• Auditar regularmente su cumplimiento. Las mediciones periódicas post-implementación aseguran que los beneficios se mantengan en el tiempo. Se requiere auditorías y actualizaciones regulares de los métodos ya que los procesos evolucionan, además, la alta dirección debe monitorear los indicadores clave y comunicar activamente los logros alcanzados.
• Extender el aprendizaje a nuevos procesos.

Una preparación adecuada y la participación de los trabajadores facilitan la adopción. Las mediciones periódicas luego de implementar aseguran los beneficios.

Es importante destacar que no se busca acelerar ritmos de trabajo. Un tiempo estándar razonable permite una operación fluida y repetible. El objetivo es eliminar ineficiencias, no sobrecargar al personal.

Entre los principales beneficios de implementar estas técnicas se encuentran:

• Reducción de costos por mayor productividad.
• Eliminación de cuellos de botella y tiempos de inactividad.
• Estandarización de operaciones para menor variabilidad.
• Mejor distribución de planta y lugares de trabajo.
• Mayor motivación al eliminar tareas improductivas.
• Fundamento para diseñar sistemas de compensación justos.
• Optimización de procesos sin inversiones cuantiosas.
• Identificación de oportunidades de automatización.
• Entregas rápidas y confiables acorde a tiempos estándar.
• Rediseño de productos considerando facilidad de manufactura.

Claramente, los beneficios impactan toda la organización. Las operaciones ganan en velocidad y consistencia. La planificación y el control de producción se facilitan. Los costos disminuyen sin sacrificar la calidad. Todo esto se traduce en mayor competitividad.

Dada la amplia experiencia requerida, muchas empresas recurren a consultorías especializadas en gestión empresarial. Estas proveen experiencia para:

• Realizar diagnósticos sobre procesos actuales.
• Diseñar sistemas de indicadores y gestión.
• Capacitar al personal en las nuevas metodologías.
• Facilitar la implementación de mejoras.
• Evaluar resultados y asegurar los beneficios.
• Mantener un proceso de mejora continua.

Las consultoras aportan una visión objetiva sobre oportunidades de optimización. También brindan apoyo para vencer la natural resistencia a cambios en la forma de trabajar.

Los proyectos típicos de consultoría buscan incrementos en productividad del 25% o más. Las metodologías utilizadas incluyen:

• Estudios de métodos y tiempos.
• Manufactura esbelta (lean).
• Seis Sigma.
• Teoría de las restricciones.
• Gestión de la calidad total.

Mediante la combinación adecuada de estas técnicas, es posible reinventar la gestión empresarial. Los beneficios aplicados a gran escala son muy significativos.

Hacia el futuro, la gestión empresarial evolucionará incorporando nuevas tecnologías. La analítica de datos y la inteligencia artificial mejorarán el análisis de procesos. La automatización robotizada transformará la producción.

Sin embargo, los principios de los estudios de métodos y tiempos seguirán aplicando. La eliminación de desperdicios mediante la optimización sistemática de procesos será aún más relevante. Las empresas exitosas serán las que puedan evolucionar rápidamente adoptando las mejores prácticas.

En síntesis, la gestión empresarial moderna tiene en las técnicas de ingeniería industrial una palanca poderosa. Tanto el estudio de métodos como el de tiempos son indispensables para alcanzar organizaciones ágiles y competitivas. Combinadas con las nuevas tecnologías, estas metodologías seguirán creando valor y riqueza.