Introducción
La actividad es un concepto central en el cronometraje industrial y la medición científica del trabajo. Se define como el ritmo de ejecución de las tareas productivas y el grado de cumplimiento de tres factores fundamentales:
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Fidelidad a los métodos de trabajo prescritos
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Precisión y coordinación en los movimientos
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Velocidad de ejecución de los mismos
La constancia en el desempeño a lo largo del tiempo también es un factor determinante.
En este artículo analizaremos en profundidad la apreciación de la actividad en el contexto del cronometraje industrial: su importancia, métodos de medición, factores que la afectan y recomendaciones prácticas para mejorar la objetividad de las valoraciones.
El objetivo es brindar al lector especializado una guía completa y actualizada sobre este crucial aspecto de la ingeniería de medición del trabajo.
Importancia de la actividad en el cronometraje
La actividad tiene una incidencia directa en los tiempos de ejecución de las tareas productivas. Una mayor actividad se traduce en tiempos observados más reducidos.
Antes de registrar cualquier tiempo, es absolutamente indispensable que el analista aprecie cuidadosamente el nivel de actividad desplegado por el trabajador y no a posteriori, para que no vea sesgado su juicio por los resultados obtenidos.
Esto permite normalizar los tiempos observados, eliminando las variaciones individuales y circunstanciales, para así obtener datos representativos del contenido real de trabajo de cada tarea.
Sin la apreciación de la actividad, los tiempos observados carecerían de validez científica, pues reflejarían solamente el desempeño individual del trabajador, y no el contenido inherente de la tarea misma.
Veamos un ejemplo numérico de este concepto:
Operario A:
- Actividad apreciada: 80%
- Tiempo observado en tarea: 10 minutos
Operario B:
- Actividad apreciada: 60%
- Tiempo observado en misma tarea: 13.3 minutos
Si no se hubiese apreciado la actividad, ambos tiempos parecerían igualmente válidos para representar esa tarea.
Pero al normalizar los tiempos según una actividad estándar del 100%, se obtiene:
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Tiempo A normalizado: 10 * 0,80 = 8 minutos
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Tiempo B normalizado: 13.3 * 0,60 = 8 minutos
Queda en evidencia que el tiempo inherente a la tarea es INFERIOR a 10 minutos. Sin la apreciación de la actividad, no se habría podido determinar este dato fundamental.
Métodos de medición de la actividad
La actividad se mide por comparación contra patrones o escalas de actividad preestablecidos. Las escalas más utilizadas en la práctica industrial son:
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Escala centesimal: define niveles de actividad normal (100) y óptima (133).
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Escala Bedaux: define niveles de actividad normal (60) y óptima (80).
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Escalas BSI: define niveles de actividad normal (75) y óptima (100).
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MTM: define niveles de actividad normal (90) y óptima (120).
El analista, sobre la base de su expertise, observa atentamente al trabajador, compara su desempeño contra estos patrones y finalmente emite un juicio técnico pero inevitablemente subjetivo. A esta valoración se la conoce como “apreciación de la actividad” o “juicio de actividad”.
Actividad Normal
Es la que corresponde a 1 trabajador constante, resuelto, sin prisa, como de obrero no pagado a destajo, pero bien dirigido y vigilado; parece lento pero no pierde el tiempo adrede mientras le observan. Velocidad en marcha comparable a 4.5 Km/h
Actividad Óptima
Es la que corresponde a 1 trabajador activo, capaz, como obrero capacitado medio, pagado a destajo. Logra con tranquilidad el nivel de calidad y precisión requerida. Velocidad en marcha comparable a 6.4 Km/h
Fuente: Adaptación de un cuadro publicado por la Engineering & Allied Employers (West of England) Association, Department of Work Study.
Veamos un ejemplo de aplicación sobre la escala centesimal:
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Actividad nula: 0
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Trabajador notoriamente lento y desmotivado: 60
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Trabajador promedio o normal: 100
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Trabajador activo y motivado: 133
Sobre esta base, el analista observaría al operario, analizaría la velocidad y precisión de sus movimientos, su adherencia al método y su constancia; y finalmente le asignaría un puntaje dentro de la escala elegida, según su criterio técnico.
Factores que influyen sobre la actividad
Los principales factores que modulan el nivel de actividad exhibido por un trabajador son:
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Velocidad de movimientos: a mayor velocidad, mayor actividad.
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Precisión y coordinación: movimientos armónicos y precisos reflejan mayor dominio de la tarea.
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Cumplimiento del método: si no se sigue el método prescrito, la actividad se ve perjudicada.
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Constancia: la actividad debe mantenerse en el tiempo.
Otros factores que también influyen sobre la actividad:
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Incentivos: un trabajador bajo sistemas de remuneración por producción exhibirá regularmente mayor actividad.
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Fatiga: la actividad decayó a medida que avanza la jornada laboral y se acumula el cansancio físico y mental.
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Experiencia: los operarios más expertos y entrenados muestran mayor actividad en tareas complejas.
Analicemos algunos ejemplos representativos:
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Un operario novel, con movimientos dubitativos e imprecisos, tendrá una actividad calificada como baja.
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Un trabajador bajo incentivos monetarios tendrá previsiblemente mayor velocidad de ejecución y constancia en el tiempo. Su actividad será consistentemente alta.
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Al final de una extenuante jornada, la fatiga provocará lógicamente movimientos más lentos y menos coordinados. La actividad apreciada habrá decayó notoriamente.
En todos los casos, el analista deberá considerar simultáneamente el conjunto de factores para integrarlos en una apreciación balanceada y precisa.
Recomendaciones prácticas para mejorar la objetividad
A fin de lograr apreciaciones de actividad técnicamente válidas y objetivas, se sugieren las siguientes recomendaciones prácticas para los analistas:
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Estudiar previamente en profundidad los métodos de trabajo prescritos para cada tarea. Tenerlos claro antes de iniciar las observaciones.
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Observar meticulosa y activamente los movimientos del trabajador y sus características dinámicas. Detectar posibles mejoras.
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Comparar en paralelo contra patrones visuales y videos predeterminados para calibrar la percepción.
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Considerar integralmente todos los factores contextuales que puedan estar impactando la actividad.
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Calificar la actividad inmediatamente antes de registrar cada tiempo. Nunca al revés.
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Validar las apreciaciones contra las opiniones de otros analistas experimentados, para detectar desvíos.
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Actualizar periódicamente los patrones y escalas ante cambios en los procesos productivos. Mantener la vigencia técnica.
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Mantener siempre una actitud objetiva, mesurada y estrictamente técnica. Evitar sesgos personales.
Una apreciación cuidadosa, calibrada y técnicamente competente de la actividad es crucial para obtener tiempos observados normalizados, confiables y representativos del contenido real de trabajo.
Si bien la apreciación involucra inevitablemente un componente subjetivo, un adecuado entrenamiento, experiencia y vocación profesional minimizan la influencia de distorsiones individuales.
Aplicación en sistemas de remuneración
Los tiempos normalizados a partir de la apreciación cuidadosa de la actividad constituyen la base técnica de los sistemas de remuneración por rendimiento o desempeño.
En estos esquemas salariales variables, se busca retribuir equitativamente a los trabajadores según su aporte real, reflejado en su actividad y productividad individuales.
Para el éxito de estos sistemas, los analistas de tiempos deben ser extremadamente rigurosos y consistentes en sus apreciaciones de actividad. Ello permitirá evitar diferencias salariales arbitrarias o injustificadas entre trabajadores.
Algunas pautas útiles para tal fin:
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Establecer estándares claros, precisos y actualizados de actividad esperada para cada tarea.
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Capacitar regular y exhaustivamente a los analistas en la metodología de apreciación. Deben dominar integralmente los conceptos y su aplicación práctica.
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Validar periódicamente una muestra representativa de estudios. Detectar y corregir desvíos en precisiones y criterios.
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Rotar analistas en los estudios de una misma tarea, para reducir sesgos individuales sistemáticos.
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Actualizar patrones y escalas de actividad si cambian las condiciones tecnológicas de ejecución de las tareas. Mantener la vigencia técnica.
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Documentar completa y sumariamente cada estudio. Explicitar y fundamentar supuestos adoptados.
Una rigurosa aplicación de estas pautas brindará credibilidad, equidad y adhesión sostenida en los sistemas de remuneración variable por rendimiento.
Aspectos éticos y legales
La determinación de estándares de actividad conlleva importantes responsabilidades éticas para los analistas:
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No falsear apreciaciones para justificar recortes arbitrarios en las remuneraciones.
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No ceder ante presiones comerciales para forzar artificialmente la actividad estándar.
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Considerar integralmente factores físicos, cognitivos y emotivos de los trabajadores, además de la productividad.
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Respetar siempre los acuerdos contractuales entre la empresa y los trabajadores o sindicatos.
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Comunicar con plena transparencia y fundamentación técnica cualquier cambio en los estándares de actividad.
Asimismo, las mediciones de actividad pueden tener implicancias legales si se utilizan para respaldar sanciones o despidos. La máxima precisión y objetividad posibles son aún más críticas en esos escenarios.
En consecuencia, una sólida formación técnica y una intachable ética profesional resultan indispensables para que los analistas de tiempos desempeñen su rol con total responsabilidad.
Conclusiones
La correcta apreciación de la actividad es indispensable para obtener mediciones de trabajo válidas, equitativas y técnicamente sustentables.
Requiere de observación experta, sólidos conocimientos teóricos y una calibración práctica constante a través de la experiencia.
Más que una ciencia exacta, la apreciación de la actividad constituye un arte técnico que se perfecciona progresivamente con extensa y dedicada práctica profesional.
Los conceptos aquí planteados buscan sentar bases firmes para dominar este desafiante pero apasionante aspecto dentro del amplio campo de ingeniería de la medición del trabajo y los tiempos.
El autor confía en que este artículo resulte de utilidad para técnicos, analistas y especialistas, y agradece sinceramente el interés del lector. Queda a disposición para recibir consultas, comentarios o aportes que enriquezcan futuros artículos sobre esta trascendental materia.