Introducción
En el entorno laboral actual, caracterizado por altas demandas y ritmos acelerados, la gestión adecuada de los periodos de descanso se ha convertido en un aspecto crucial para mantener el bienestar y el rendimiento de los trabajadores. Lejos de ser un aspecto secundario, las pausas y los descansos durante la jornada laboral desempeñan un papel fundamental en la prevención de la fatiga, la promoción de la salud y la mejora de la productividad. En este artículo, exploraremos el enfoque integral que propone la Nota Técnica de Prevención (NTP) 916 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España, complementado con los suplementos de descanso sugeridos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Importancia del descanso en el trabajo
El descanso no es un concepto ajeno al trabajo, sino que es consustancial a éste. Ambos conceptos se complementan de manera armoniosa y equilibrada, ya que para mantener un nivel de atención y rendimiento óptimo, es imprescindible introducir pausas a diferentes frecuencias y duraciones. Estas pausas permiten la recuperación física, mental y emocional, evitando así la acumulación de fatiga crónica y sus consecuencias negativas tanto para la salud como para la productividad.
La NTP 916 destaca tres componentes esenciales para la efectividad del descanso: el contenido del tiempo de descanso, la frecuencia de las pausas y su duración, y la calidad del espacio de descanso. Abordar estos aspectos de manera integral es fundamental para garantizar que el descanso cumpla su función de manera satisfactoria y debidamente controlada.
Frecuencia y duración de las pausas
La NTP 916 reconoce que la evaluación de la fatiga y la estimación de la frecuencia y duración de las pausas deben realizarse de manera científica, considerando factores como el esfuerzo físico, los movimientos repetitivos, las posturas de trabajo, la carga mental, el trabajo a turnos y nocturno, la exposición a ruido, vibraciones, calor y frío, y el uso de pantallas de visualización.
Criterios técnicos y métodos de evaluación específicos
En este sentido, la NTP proporciona una amplia gama de criterios técnicos y métodos de evaluación específicos para diferentes riesgos laborales.
Manejo manual de cargas
En el caso del manejo manual de cargas, el Real Decreto 487/1997 establece la necesidad de introducir pausas para reducir el riesgo que entraña dicha manipulación. La Guía Técnica del RD 487/1997 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo recomienda la conveniencia de pausas adecuadas, preferiblemente flexibles, ya que las fijas y obligatorias suelen ser menos efectivas para aliviar la fatiga. La rotación de tareas con cambios de actividades que no conlleven gran esfuerzo físico y que no impliquen la utilización de los mismos grupos musculares también habría de ser considerada.
Fatiga postural
Para evitar la fatiga postural, se recomienda la alternancia entre estar sentado, de pie y caminar, evitar las posturas y los movimientos forzados y una frecuencia de movimientos baja. La UNE-EN 1005-4 evalúa las posturas y movimientos de trabajo en relación con las máquinas y establece límites de riesgo en función de la duración de la postura para cada uno de los segmentos corporales. La Norma “ISO 11226:2000 – Ergonomics. Evaluation of static working postures” hace una descripción detallada del procedimiento para la determinación de las posturas y movimientos y sus niveles de riesgo.
Movimientos repetitivos
En cuanto a los movimientos repetitivos, una tarea es repetitiva cuando está caracterizada por ciclos, independientemente de su duración, o bien, cuando por más del 50% del tiempo se realiza el mismo gesto laboral o una secuencia de gestos. El Método OCRA (Occupational Repetitive Action) evalúa el riesgo por trabajo repetitivo de la extremidad superior y asocia el nivel de riesgo a la predictibilidad de aparición de un trastorno en un tiempo determinado. El método contempla varios aspectos como son el Factor Recuperación (FR) y el Factor Duración (FD).
Carga Mental
Para estimar los descansos con mayor rigor ante la carga mental es necesario aplicar métodos específicos como el Método NASA TLX. Como criterio general, se habrían de hacer pausas cortas de unos 5 ó 10 minutos cada hora y media de esfuerzo intensivo.
Trabajo a turnos y trabajo nocturno
En el caso del trabajo a turnos y trabajo nocturno, la Norma UNE-EN ISO 10075 -2 “Principios ergonómicos relativos a la carga mental. Parte 2: Principio de diseño” contempla que la duración de la jornada debe ajustarse a la carga de trabajo, las pausas pueden introducirse para prevenir la aparición de la fatiga y son preferibles descansos breves tras periodos de trabajo cortos a descansos largos tras periodos de trabajo prolongados. También especifica que es conveniente que en los turnos de noche los periodos de trabajo sean más cortos que en el turno de día.
Ruido y vibraciones
En cuanto al ruido y las vibraciones, tanto el ruido como las vibraciones generadas por los equipos de trabajo son generadores de fatiga considerable, por lo que es necesario seguir escrupulosamente lo establecido en la reglamentación en cuanto a los niveles máximos de exposición laboral y disfrutar de los periodos de descanso desarrollando otras actividades en lugares completamente separados de las fuentes de riesgo.
Exposición al calor o al frío
En situaciones extremas de exposición al calor o al frío existen métodos de evaluación del riesgo de estrés térmico que permiten estimar el tiempo máximo de exposición a situaciones extremas y por consiguiente los tiempos de descanso. En tales casos, dada la necesaria aclimatación del cuerpo en el periodo de descanso, reequilibrando el consumo metabólico generado, no debieran asignarse trabajos que representen esfuerzos físicos considerables.
Suplementos OIT
Complementando estos criterios técnicos, la OIT, en su publicación «Introducción al estudio del trabajo», propone un sistema de cálculo de suplementos de tiempo basado en la asignación de puntos según diferentes fuentes de tensión física y mental presentes en las condiciones de trabajo. Estos suplementos permiten estimar el tiempo adicional necesario para la recuperación de la fatiga en función del nivel de esfuerzo requerido y las condiciones de trabajo.
Algunos de los factores considerados son: el esfuerzo muscular requerido, las posturas forzadas, los movimientos repetitivos, la carga visual, la concentración mental necesaria, el ruido, las vibraciones, las temperaturas extremas y otros agentes ambientales adversos.
Dependiendo de la puntuación obtenida, se establecen porcentajes de tiempo adicionales que deben destinarse a pausas y descansos durante la jornada laboral. Estos periodos de recuperación son fundamentales para prevenir la acumulación de fatiga, permitir la recuperación física y mental, y mantener niveles óptimos de rendimiento y bienestar laboral.
La OIT enfatiza que la introducción de pausas adecuadas no debe verse como un tiempo improductivo, sino como una medida preventiva esencial para salvaguardar la salud de los trabajadores y facilitar un desempeño eficiente y sostenible en el tiempo. Además, recomienda que las pausas sean breves y frecuentes, en lugar de largas y escasas, para maximizar su efectividad.
En resumen, los suplementos de descanso propuestos por la OIT son una herramienta técnica respaldada internacionalmente para la gestión ergonómica del tiempo de trabajo. Su aplicación contribuye a crear condiciones laborales más saludables, prevenir riesgos derivados de la fatiga y promover la productividad a través de un equilibrio adecuado entre el trabajo y los periodos de recuperación.
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Calidad del espacio de descanso
Además de la frecuencia y duración de las pausas, la NTP 917 enfatiza la importancia de la calidad del espacio de descanso. Un entorno adecuado y cómodo contribuye significativamente a la efectividad del descanso y a la recuperación de la fatiga acumulada.
La NTP 917 destaca que los lugares de descanso no deben ser tratados de manera independiente al tipo de actividad laboral. Por el contrario, deben ser concebidos cuidadosamente, teniendo en cuenta la dignidad del trabajo y de quienes lo ejecutan, así como las necesidades de productividad.
Se recomienda la creación de espacios que permitan la relajación física y mental, alejados de los ambientes de trabajo con exposición a riesgos como ruido, temperaturas extremas o aislamiento. Además, se sugiere la posibilidad de ofrecer diferentes tipos de espacios para adaptarse a las necesidades individuales de los trabajadores, ya sean pausas activas con ejercicio físico o pausas más sedentarias con actividades intelectuales o de ocio.
Aspectos organizativos y culturales
La NTP 916 reconoce que la efectividad del descanso no solo depende de los aspectos técnicos, sino también de los factores organizativos y culturales dentro de las empresas. Es fundamental promover una cultura que valore la importancia del descanso y la recuperación, eliminando la percepción errónea de que el tiempo dedicado a las pausas es improductivo.
En este sentido, se destaca la necesidad de involucrar a los trabajadores y sus representantes en la planificación y organización de los periodos de descanso. Además, se recomienda brindar autonomía y flexibilidad a los trabajadores para que puedan autorregular sus tiempos de descanso según las demandas y ritmos de trabajo.
Conclusiones
La gestión efectiva de los periodos de descanso en el trabajo es un aspecto fundamental para garantizar el bienestar, la salud y el rendimiento óptimo de los trabajadores. La NTP 916 del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo de España ofrece un enfoque integral que abarca la frecuencia y duración de las pausas, la calidad de los espacios de descanso, y los aspectos organizativos y culturales relacionados con esta práctica.
Complementando este enfoque, los suplementos de descanso propuestos por la Organización Internacional del Trabajo brindan una herramienta técnica respaldada internacionalmente para el cálculo de los tiempos de recuperación necesarios en función de las condiciones de trabajo y los esfuerzos requeridos.
La implementación adecuada de estos principios y criterios técnicos contribuye a crear entornos laborales más saludables, prevenir riesgos derivados de la fatiga, promover la productividad y fomentar una cultura organizacional que valore y respete la importancia del descanso como parte integral del trabajo.
En resumen, la gestión efectiva de los periodos de descanso no es un lujo, sino una necesidad para garantizar el bienestar y el rendimiento sostenible de los trabajadores, así como la competitividad y la productividad de las organizaciones a largo plazo.
